Skip to content
REOP VOL XI N 4 2024
REOP VOL XI N 4 2024

icon picker
ENTREVISTA al Dr. Carlos Laria

DRA. FERNANDA KRIEGER. Instituto Strabos. Brasil
light
Fernanda Kieger bn.jpg
Dra. Kieger entrevista al DR. CARLOS LARIA.
entrevista.jpg
Dra. Kieger: ¿Cuándo decidió dedicarse al Estrabismo y Oftalmopediatría? ¿Qué características de cada una de estas especialidades fueron fundamentales en su elección?
Dr. Laria: Es muy difícil establecer un momento en el que tomas una decisión de ese calibre, especialmente, en una edad donde hay más incógnitas que certidumbres y que va a condicionar todo tu futuro. Creo que es todo un proceso paulatino desde la infancia, lo cierto es que es algo que soy consciente decidí muy joven y nunca se planteó otra opción… o tal vez sí como luego explicaré pero más fruto de ilusión que de la realidad existente, pues esa opción nunca estuvo a mi alcance.
Lo cierto, es que desde mi infancia, tuve contacto con el entorno de la salud y creo que la motivación más importante es que era un mundo de incógnitas, con grandes desafíos, con muchas posibilidades y sobre todo un mundo lleno de emociones, desde la incertidumbre, ansiedad, alegría, etc… y especialmente esa sensación de poder ayudar a los demás. Creo que esas caras de inquietud, alegría, lágrimas de las familias cuando sales de una intervención es algo que solo los que lo disfrutamos y vivimos apasionadamente nuestra profesión, sabemos lo que significa.
Alguien confía en ti lo más valioso que tiene, por encima de su propia vida, y espera con ansiedad que cuando lo vuelvas a ver, tu cara refleje una sonrisa por el trabajo bien hecho.

DR. CARLOS LARIA

España
unnamed.jpg
Dr Laria en la Presidencia del Congreso SEEOP en Alicante (2015)

Ese efímero momento no tiene precio, por muy cansado que el cirujano pueda estar esa es la mejor energía para seguir disfrutando de nuestro trabajo …. y es lo que más añoro.
Dra. Krieger: Si no fuera médico u oftalmólogo, ¿Qué imaginaría haber sido?
Dr. Laria: Nunca se me planteó otra opción, si acaso recordando en el baúl de la memoria, en mi infancia quería ser militar, pero eso era una quimera, pues mis condiciones físicas, que ya apuntaban, lo hubieran hecho imposible. La carrera militar me atraía en la infancia, como creo que a muchos niños, por la ayuda que prestaban en situaciones de necesidad, por su estructura de mando inmediato, por sus protocolos perfectamente establecidos, pero desde luego nunca hubiera podido realizarla, para mí esos ejercicios de subir por una cuerda, correr por una pista, etc… no eran para mí.
Fuera de esa quimera imposible, nunca tuve que plantearme la necesidad de buscar una segunda opción en mi carrera. Por suerte mis notas ya desde la formación básica me posibilitaban elegir la carrera que quisiese, y por ello una vez decidido desde muy temprano la opción de medicina, ya no tenía otro objetivo en mi futuro que ese.
Dra. Krieger: ¿Cuáles son sus recuerdos de cuando comenzó la práctica de la Medicina? ¿Sus mayores desafíos? ¿Y decepciones? Sabemos que fue líder de una “huelga” desafiando a autoridades Académicas.
Dr. Laria: Los recuerdos de empezar una carrera son una mezcla de muchas situaciones nuevas. El polluelo sale del nido familiar y se enfrenta a una sociedad, con nuevas amistades, con decisiones propias, con menos defensas que hasta ese momento, se empieza a construir la persona que va a ser en el futuro. En España por esa época, unos años antes habíamos acabado una dictadura y empezábamos a andar por una democracia, un camino para todos desconocido, la universidad era un reflejo de aquella sociedad. Yo no fui ningún líder de ninguna revuelta, solo fui uno más de un conjunto de estudiantes que alentados por lo que llamaban democracia y los derechos de la misma, quisimos ver hasta donde podía llevarnos. Lo
que hasta ese momento solo había sido una mera trifulca con un profesor por un cambio de fecha de exámenes, se fue enredando de tal forma que comenzamos a vivir la democracia en primera persona.
El aula de segundo de medicina (1984) se reunió en múltiples asambleas donde se debatía la decisión a tomar, y empezamos a palpar el pulso de una democracia, con opositores a aceptar la decisión de una mayoría, con radicales de uno y otro bando que abogaban por medidas más radicales, etc…. pero al final triunfó la verdadera esencia de la democracia, todos acataríamos la decisión de la mayoría, nos gustase o no. Y así fue, nos negamos a entrar en un examen de 2º de medicina, nos amenazaron con suspendernos la asignatura (todo esto en los primeros meses del curso), nos declaramos en huelga salvaje sin acudir a prácticas de medicina ni a clases durante tres meses, nos volvieron a intentar presionar con suspensión de todo el curso, dando el año por perdido……. Y al final, tras esos tres meses de partidas de mus en la cafetería, de tardes sentados en la puerta de las clases con asambleas interminables, logramos hacer ceder a esa mano del poder académico y reconducir la situación. A los cuatro meses de iniciadas las clases, se repitió el examen fruto de la discordia, en fecha acordada por todos, se repitieron todas y cada una de las clases y prácticas que no se habían dado, en horarios maratonianos y llegamos al final de curso, aprobando la gran mayoría de todos nosotros con grandes notas.
unnamed.jpg
Dr Laria con Dra Sagrario Maroto en Valencia (2023).
De esta lucha que recuerdo con mucho cariño, con el paso del tiempo me di cuenta que nos había enseñado algo mucho más importante que un simple ¨salirnos con la nuestra¨. Nos enseñó a respetarnos entre nosotros, a considerar la opinión del contrario como la tuya misma, a luchar unidos buscando los logros de una mayoría, fuesen o no conformes a los de la minoría y sobre todo a luchar por unos principios unidos. Esa lucha nos hizo ganar el apodo de “curso guerrillero”, pero nos abrió innumerables puertas en la vida. Habíamos aprendido que unidos se puede conseguir todo lo que se pretenda, la fuerza radica en esa unión y la unión se fundamenta en el respeto de todos y a todos.
Dra. Krieger: ¿Tuvo un modelo a seguir en su carrera y cómo éste influyó en sus elecciones profesionales?
Dr. Laria: Si hay una persona a la que tengo un gran cariño, respeto y admiración es aquella que me enseñó lo más importante, la empatía que hay que tener, la dedicación a una actividad que no es solo un trabajo. Esta persona es la Dra Sagrario Maroto. Muchos la conoceréis, es oftalmóloga pediátrica y estrabóloga con actualmente ejercicio profesional privado en la ciudad de Santiago de Compostela, Galicia, España y desde luego un referente para todos los que hemos tenido la dicha de dar nuestros primeros pasos tutelados por ella.
No es una persona que se prodigue en Congresos, en las redes sociales, que busque la fama o el protagonismo. A mi maestra, a mi compañera y a mi amiga Sagrario, su valor lo conocemos los amigos y sus pacientes. Siempre estuvo dispuesta a enseñarte lo que sabía, con la simpleza del que te enseña con cariño y nunca con la prepotencia del falso maestro. Te acompañaba en las primeras cirugías y sudaba contigo, o incluso más que tú, cuando pasabas ese punto por la esclera con una inclinación que ponía los pelos de punta. Con los años todos sabemos lo mal que se pasa. Pero te enseñaba a razonar, a pensar, algo que ahora creo que se está perdiendo, no todo está automatizado, hay que razonar tus actuaciones y a veces hay que hacerlo rápidamente y para ello tienes que estudiar mucho y toda la vida.
Y te enseñaba a respetar a los pacientes, a tratarlos como si fueran tus hijos o tu familia. De ella aprendí que las alegrías y los errores del quirófano te los llevas a dormir contigo, que es una profesión de 24 h al día, que mi teléfono lo podían tener los pacientes, no porque ellos estuviesen tranquilos, sino también para mi propia tranquilidad, porque me hacía seguir conectado con ellos en todo momento. Me enseñó que nuestra profesión es una forma de vida, que hay que amarla o dejarla, pero que no se la puede engañar.
Hoy por hoy, Sagrario no es solo una de las mejores profesionales, sino que es una gran persona siempre dispuesta a ayudar a sus amigos.
Si esta entrevista puede ser un reconocimiento a alguien, creo que nada más merecido que honrar en ella a la persona que con tanto cariño me ayudó desde mis inicios y que es una grandísima amiga.
Y como no decirlo, no sería justo olvidar a la persona que más me ayudó desde el primer momento en mi época de residente, mi mujer. Esta profesión es un matrimonio, te casas con ella y sin una persona como mi esposa que tanto me ha ayudado, profesionalmente no hubiera llegado a nada. Solo unas líneas pero creo que mi esposa es mi gran apoyo profesional y personal, antes y ahora.
Dra. Krieger: 5. ¿Cómo comenzó su interés en la videooculografía y que enseñanzas le ha dejado haber participado en su desarrollo tecnológico?
Dr. Laria: Lo cierto es que estaba cansado de oír que los estrabólogos estábamos en la edad de piedra, que seguíamos realizando una especie de prácticas que eran propias de la edad media, con múltiples tablas de algoritmos dispares para los mismos supuestos y que nunca había cambios.
La oftalmología de las últimas décadas había progresado hasta dotarse de equipamientos capaces de hacer cortes en micras, pero nosotros seguíamos cotando a mano alzada. Era cierto que había tablas quirúrgicas basadas en la experiencia propia de cada cirujano, pero esa experiencia venía condicionada por el método de realizar dichos retrocesos o resecciones, pues no es lo mismo por ejemplo, dar un punto por delante que por detrás del gancho.
Me obsesionaba con llegar a la base del problema, la cual a mi juicio era tener equipos que nos diesen medidas exactas, reproductibles y sin sesgos personales. Cualquier estudio que se base en mediciones con una barra de prismas, carecía de la objetividad y reproductibilidad por la forma de medir del autor, no digo ya cundo son estudios multicéntricos.
Por todo ello tener equipos que pudiesen aportarnos medidas objetivas de forma rápida y reproductible, era fundamental.
Tras años de práctica con un equipo alemán, el VOG3D, de una empresa que dejo de producirlo, allá por septiembre del 2012 encontré en Milán un equipo de varios Kg de peso que supuestamente servía para medir los movimientos de una prótesis ocular. Al interesarme por el equipo, en seguida me di cuenta de que sus condiciones no lo hacían ni de lejos factible para ser utilizado en estrabismos, pero tras un intercambio de tarjetas, recibí unas semanas después una llamada del CEO de dicha empresa interesado en si podía ayudarles a desarrollar aquel equipo. Mis condiciones fueron muy claras: 1Mi colaboración sería puramente científica, no pretendía ninguna remuneración.; 2Las mediciones y los estudios los realizaría yo personalmente, no quería ningún sesgo de personas de la empresa a la hora de realizar dichos estudios o analizar sus resultados, por ello demandaba tener un equipo actualizado constantemente; 3Los resultados que diesen las pruebas serían reproducidos y divulgados por los canales científicos habituales, sean estos favorables o desfavorables al propio equipo.
Estas condiciones fueron aceptadas y nos pusimos a trabajar. Me encontré con una empresa dispuesta a colaborar en los avances del diseño del equipo y en las formas de registro, y tras no pocos años de lucha contra el escepticismo de muchos colegas, llegamos a lo que hoy en día es el VIDEOOCULOGRAFO GAZELAB.
Partíamos de un equipo con unos gráficos indescifrables, con unas cámaras que no permitían registrar un cover test, con un peso de varios kilos, que no sabía lo que era la torsión, ni los datos de un nistagmus y llegamos a crear a un equipo de gramos de peso, montado en una montura, que puede realizar toda la exploración del estrabismo y registrar datos de forma rápida, precisa, reproducible y sobre todo objetiva.
Tuve el privilegio de presentar los primeros resultados comparando sus medidas con pacientes ortofóricos en el CLADE de Buenos Aires, por el año 2017, en un Curso que impartí en las jornadas previas y me siento muy orgulloso de haber contribuido a su desarrollo. Recuerdo con orgullo cuando el CEO de Gazelab me ofreció titular las páginas de registro con mi nombre, lo cual decliné y solo acepté una breve reseña en una esquina como diseñador junto a ellos, pero el verdadero orgullo de haber dado un pequeño paso en este mundo del estrabismo es mi mayor satisfacción.
Estoy seguro que la VOG es el inicio de algo que en el futuro te dirá automáticamente que cirugía realizar. Sería lo que ya se conoce como el programa “Orbit”, en el que tantos grandes maestros estuvieron implicados, implementándolo con un sistema objetivo de medida. Y posteriormente el desarrollo de equipos que permitan hacer unos cortes precisos y sutura igual de exactas, sería el complemento a una especialidad que también tiene mucho que decir en tecnología. Pero eso lo dejaremos para las generaciones futuras.
Los estrabólogos no estamos en la edad de piedra, no hacemos tratamientos diferentes, solo aplicamos contantemente nuestra experiencia a una especialidad dinámica, donde cada paciente es un nuevo mundo por explorar.
Dra. Krieger: ¿Ha cambiado su visión de nuestras subespecialidades (estrabismo y OP) en la actualidad? ¿Percibe distinto algún aspecto?
Dr. Laria: Si, ha cambiado mucho y por desgracia no todo lo que veo en mi opinión me gusta. Nuestra subespecialidad no era demandada frente a otras, posiblemente porque su curva de aprendizaje era más larga, porque no había tantas personas dispuestas a enseñarla y transmitir su conocimiento y sobre todo, porqué no decirlo, porque su rentabilidad era muchísimo menor que la de otras subespecialidades.
Ya lo decía al inicio de la entrevista, esta rama hay que amarla las 24 h del día, exige una dedicación plena y no tiene desde luego la misma rentabilidad que otras ramas.
Tradicionalmente nos manejábamos con equipos muy básicos, con materiales desechables mínimos, unas suturas, unos hemostetas y unas cuantas piezas en una caja.
Eso hizo que la industria no nos mirara casi nunca, pero nos daba una gran libertad. No teníamos sesgos por el acoso de la publicidad.
En los últimos años la industria ha puesto sus ojos en nosotros como una fuente más de indicaciones, así estamos siendo bombardeados por empresas de lentes para gafas, lentillas, etc…. y creo que nunca debemos caer en recibir una información sin analizar, nunca debemos perder el criterio de juzgar los estudios, más allá de su publicación en una revista. Quiero decir que en no pocas ocasiones he visto empresas que se apoyan para vender sus productos en estudios que se realizan por ejemplo, midiendo la refracción sin una correcta pauta de dilatación en niños y en base a ello aportan resultados de reducción o aumento de la misma en valores mínimos, extrapolando conclusiones cuando menos demasiado optimistas. Si los estudios no son correctos en su diseño, la validez de sus resultados se reduce a cero y nunca debemos perder ese protocolo de valoración personal, manteniéndolo bajo el más estricto control ético en nuestra toma de decisiones.
Es muy fácil hoy en día saber si un estudio es verdadero o tiene muchos sesgos, solo hay que leerlo en su totalidad, no solo el abstract, o el resumen de un tríptico publicitario. Nunca debemos perder el valor del análisis y de la autocrítica, incluso con nosotros mismos. Por otro lado creo que los congresos se han especializado tanto que se ha perdido en parte la posibilidad de enseñar las bases de la subespecialidad, esos conceptos tan simples como el manejo de la ambliopía, o la realización de un cover test, que muchos oftalmólogos noveles desean incorporar. Cuantas veces he oído a un oftalmólogo senior decir que está aburrido de oír hablar del parche o de la ambliopía, y lo interesante que ha sido ver una cirugía de Yokohama, por ejemplo. Sin darse cuenta de que esas bases tan obvias, es necesario se mantengan en las nuevas generaciones y las operaciones más complejas también tienen su hueco, pero reducido a una audiencia más experimentada. Creo que nunca se debiera perder en los congresos ese tiempo para reiterar lo que para algunos parece obvio, pero para otros muchos es muy interesante.
También en España hay una lucha por ocupar el terreno de falta de especialistas por otros profesionales que no están cualificados ni son médicos, intentando dar una imagen a la población de que están capacitados para hacer revisiones de la visión. Esto es cuando menos de riesgo para esta población. Nuestra especialidad es dura, como muchas otras, pero no puede cualquiera sin
formación intentar acortar camino y suplir la escasez de profesionales con otros grados diferentes. Debemos fomentar nuestra especialidad y hacerla accesible a los más jóvenes, es tan difícil o tan fácil como otras, solo hay que quererla, que entregarse a ella, al igual que otras y fomentarla para las nuevas generaciones. Los que amamos nuestra profesión y hemos dedicado una vida a ella, no podemos consentir que personas sin la adecuada formación intenten suplantar a los verdaderos especialistas. Las generaciones futuras también deberán seguir luchando por mantener este baluarte inexpugnable para aquellos no capacitados profesional ni legalmente.
Dra. Krieger: El CLADE lo ha honrado con una Conferencia hace poco tiempo, que fue ofrecida vía Zoom y en donde Ud. culminó compartiendo una serie de “máximas” basadas en su experiencia de vida profesional. Para culminar este reportaje intuimos que los lectores de REOP estarían interesados en conocerlas o recordarlas; y tal vez Ud. pudiera desarrollarlas sin la limitación de tiempo propia de una conferencia.
Dr. Laria: Posiblemente fue mi última conferencia profesional, junto a la Conferencia de Honor que impartí en Valencia para mi querida Sociedad Española de Estrabología y Oftalmología Pediátrica y nunca hubiese querido un broche mejor.
En esa Conferencia que tanto agradezco desde mi corazón a tantos amigos de todo el mundo, no quise fuese una charla magistral, quise que fuese un dar las gracias a tantos que me habéis ayudado durante mis 40 años en la medicina y especialmente a esos hermanos del CLADE que nunca volveré a ver, pero que siempre estarán en mi cariño y en mi recuerdo.
No era merecida, los hados del destino interpusieron en mi camino una ELA (esclerosis lateral amiotrófica), que me hizo frenar profesionalmente, pero hay muchas personas que se merecen más que yo esa distinción. Si bien puedo decir que lo tomé como un gran orgullo y como un dar las gracias a todos mis amigos cladistas, de verdad he dado cientos de charlas, pero esas dos a la SEEOP y al CLADE, están en mi corazón.
En una de las últimas pantallas recordaba lo que realmente aprendí, resumiéndolo en:
1. Los pacientes te enseñan día a día. Es algo que no debemos olvidar. Los errores se cometen no solo por inexperiencia, sino también por exceso de ella, por pensar que te enfrentas a una cirugía más y no tomas las debidas precauciones. Además debemos estar dispuestos siempre a aprender, nunca debemos creernos que ya lo sabemos todo. El tiempo nos da muchos conocimientos, pero no lo sabemos todo. Al principio aprendemos mucho porque sabemos poco, con el tiempo aprendemos menos porque mucho ya sabemos, pero siempre hay algo más que aprender. Siempre hay una maniobra, un gesto, una acción que puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso, y es nuestra obligación saberlo. Siempre hay un paciente que te enseña a seguir aprendiendo, porque ellos son nuestros verdaderos maestros.
2. Es obligación enseñar a los compañeros más noveles. En ocasiones recuerdo conversaciones con algún compañero que me decía el porqué de enseñar a otros, si a mí me había costado mucho aprenderlo, que ellos también lo hicieran. Yo siempre me enfadaba, creo que no hay nada más hermoso que transmitir lo que aprendiste, mucho de ello transmitido desinteresadamente por aquellos que ya no están. Cuando alguien tiene miedo a que aprendan lo que ellos, es que saben poco, o han dejado de querer aprender. La vida es un tren en marcha y siempre debemos incrementar nuestros conocimientos y desde luego debemos ofrecerlos desinteresadamente a nuestros colegas, con aciertos y errores.
Nunca hubiéramos progresado si nadie hubiera transmitido lo que sabía. Cuando muchos de mis compañeros me decían: ¿Por qué lo haces de esta forma y no de la otra que he leído también se puede hacer?, yo les contestaba: “ Porque de esa otra forma también lo hice cuando nadie me lo dijo, y ya se en lo que acaba, te lo digo para que no cometas el mismo error que yo cometí”.
Además no olvidéis que es una norma del Juramento Hipocrático: ¨comunicar los preceptos vulgares y las enseñanzas secretas y todo lo demás de la doctrina a mis hijos, a los hijos de mi maestro y a todos los alumnos comprometidos y que han prestado juramento según costumbre… “
3. Hay que comprender la angustia de los pacientes. Cuantas veces he oído frases como… que pesado es, me lo ha dicho cuarenta veces, no sé qué se ha creído….. Los pacientes viven una angustia fruto de la situación y de tomar la decisión más importante de su vida, dejar en nuestras manos lo que más quieren. Demandan seguridad, demandan oír antes de una operación lo que no les puedes asegurar, pero sobre todo demandan la certidumbre de que hacen lo mejor, dejando su tesoro más preciado en las manos de alguien que lo va a cuidar como a su propio hijo y alguien que lo entiende y lo comprende perfectamente. Esa empatía nunca debemos perderla, debemos estar siempre al lado del paciente.
4. Mantener actualizados los conocimientos. Por desgracia con las redes sociales muchos han dejado de asistir a congresos por la información ya existente. Yo me pongo a pensar y recuerdo cuantos pacientes no he resuelto en una cena del CLADE comentando con un amigo, en un café de un intermedio de un congreso, o en una conversación distendida. Porque hay cosas que no se transmiten en las charlas, que exigen el raciocinio de varias personas, o que una idea te lleve a la otra y eso no es solo una computadora. Es obligación seguir estudiando dispuestos a aprender hasta el último día de ejercicio. Podemos cometer errores, todos vivimos con ellos, pero creo que un error por falta de conocimientos por tu negativa a adquirirlos, es algo imperdonable, y mantener la asistencia a algunos congresos es imprescindible.
5. No tener temor a preguntar para aprender. Muchas veces he visto noveles que se han guardado una pregunta por no atreverse a hacérsela al ponente en público por si se enfadaba. Siempre he dicho que molestan las respuestas pero nunca las preguntas. Con el tiempo cuando ves una persona que se escapa de ser preguntado bajo el parapeto de una mala contestación, te das cuenta de que solo es fruto de su ignorancia y del miedo a ser descubierto. Cuando algo no se sabe, hay que decirlo así, y seguro que alguien te responderá con la respuesta, con lo cual de una pregunta a un ponente puede surgir el aprendizaje del que pregunta y del propio ponente. Nunca tengáis miedo a preguntar, y si a alguien le molesta “que carajo, que se aguante”.
6. Recordemos a nuestros maestros, sus conocimientos perdurarán en nosotros y nuestros conocimientos en los de nuestros descendientes. Es el inicio del Juramento Hipocrático; “Venerar como a mi padre a quien me enseñó este arte…”. Es de bien nacido respetar a los que nos enseñaron, y transmitir lo que no nos pertenece, nos dieron sus conocimientos gratuitamente para que los transmitamos, con ello perdurará su presencia, que triste es marchar sin nadie que te recuerde. Yo soy consciente de que muchos pacientes que han pasado por mis manos en algún momento me recordarán con una sonrisa y con cariño, el mismo que yo tengo por todos y cada uno de ellos.
Y a vosotros que deciros amigos, me siento orgulloso de poder terminar mi carrera con unas letras en aquello que tanto amé, cuando con el maestro Prof. Julio Prieto-Díaz y tras meses discutiendo una artículo de videooculografía, me consideraba su amigo, Carlos II, como él me llamaba, poco después me pidió que le ayudara en la LEOP, estaba orgulloso de hacerlo y después tuvo que marchar, pero es el mejor ejemplo de ver como su nombre, su figura, su esencia perdura en la REOP con Fernando y en una carta de un pobre oftalmólogo que con ella quiere rendir homenaje y gratitud a todos los que fueron, los que son y los que serán.
La vida sigue, hay mucho sembrado y los frutos están por recoger, es obligación vuestra de LAS GENERACIONES FUTURAS.
Con todo mi cariño y siempre a vuestra disposición compañeros y amigos LEOP/REOP/ CLADE.
unnamed.jpg
Dr Laria con su esposa Elena (2025).
Want to print your doc?
This is not the way.
Try clicking the ⋯ next to your doc name or using a keyboard shortcut (
CtrlP
) instead.